lunes, 1 de agosto de 2011

TIPOS Y METODOS DE FARMACOVIGILANCIA


El Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos, Invima, hizo un llamado a la ciudadanía en general y a los profesionales de la salud para que colaboren con el Programa de Farmacovigilancia reportando los casos de reacciones adversas a medicamentos que conozcan.
Este programa tiene como objetivo hacer vigilancia de los medicamentos que están siendo comercializados para determinar el perfil de seguridad que éstos tienen. Este programa es dirigido por el Instituto; sin embargo, para su eficacia es necesaria la participación de actores diversos como los mismos pacientes, los médicos tratantes, el personal de los hospitales, clínicas y demás centros de atención en salud, los laboratorios, así como de la comunidad en general”.
Del fortalecimiento y desarrollo de un proceso óptimo de fármacovigilancia se pueden detectar, entre otras cuestiones, las posibles reacciones adversas de determinado medicamento, las complicaciones que no son detectadas durante la etapa de investigación y los usos inapropiados que los pacientes hacen de algunos de estos productos.
Entonces, este programa permite al Instituto conocer los eventos adversos o problemas relacionados con el uso de los distintos medicamentos que se comercializan en el país,  ampliar la información de seguridad y promover el uso seguro y adecuado de estos productos.

De acuerdo con lo explicado por el Invima, existen dos tipos de farmacovigilancia, la ACTIVA y la PASIVA. En este sentido, la pasiva se refiere a la recolección de reportes espontáneos, mientras que la activa a un esquema de monitoreo para la detección temprana o previa de una  reacción anormal a los medicamentos.
“Para los fármacos nuevos se deben notificar o reportar todas las sospechas de reacciones adversas, incluso las que tengan aparentemente poca importancia, mientras que para el caso de los medicamentos ya conocidos se deben reportar las sospechas de reacciones adversas infrecuentes o cuando se sospecha de un incremento de reacciones adversas ya conocidas”, explica.
Dijo también que pueden notificar o reportar los casos de reacciones adversas a medicamentos los profesionales de asistencia sanitaria, los médicos de familia o de atención primaria, los especialistas, los odontólogos, los químicos farmacéuticos y enfermeras, así como los pacientes o usuarios en general.
De acuerdo con lo explicado por el documento del ente local, a través del programa de farmacovigilancia cada cuatro meses se publica un boletín que incluye  los resultados, análisis periódicos y decisiones adoptadas con base en los reportes del programa y las alertas sanitarias que se generen.
“El reporte en línea es una de las herramientas de mayor impacto en la gestión diaria de los reportes de reacciones adversas a medicamentos. Al ser procesado de forma más rápida en la base de reacciones adversas de medicamentos, permite a las instituciones de salud y secretarías proporcionar información asociada con la seguridad de los medicamentos de forma inmediata a la base de datos del Invima, así como recibir oportunamente retroalimentación sobre la evaluación que el grupo de farmacovigilancia hizo del evento reportado”.Aclaró el ente nacional que el proceso de análisis de un reporte no es automático, sino que los tiempos de respuesta  son de tres semanas a un mes y que a través del Programa de Farmacovigilancia se han realizado visitas a 21 seccionales de salud, a 301 Instituciones Prestadoras de Salud (IPS) han sido inscritas a la red de reportes y 213 han sido evaluadas. Además, se han capacitado un total de 750 profesionales de la salud en los procesos de notificación y reporte de casos de reacciones adversos a medicamentos.

METODOS 
Sistema de Notificaciones Espontáneas: se basa en la identificación y detección de las sospechas de reacciones adversas de medicamentos por parte de los profesionales de la salud en su práctica diaria, y el envío de esta información a un organismo que la centraliza.

  Sistemas de Farmacovigilancia Intensiva: se fundamentan en la recolección de datos en forma sistemática y detallada de todos los efectos perjudiciales, que pueden concebirse como inducidos por los medicamentos, en grupos bien definidos de la población. Se dividen en dos grandes grupos:

  •   Sistemas centrados en el medicamento.
  •   Sistemas centrados en el paciente. 
 Estudios epidemiológicos: tienen la finalidad de comprobar una hipótesis, es decir, establecer una causalidad entre la presencia de reacciones adversas a los medicamentos y el uso de un medicamento, pueden ser:

  •   Estudios de cohorte.
  •   Estudios de casos y control. 
El más difundido de los métodos de estudio de la Farmacovigilancia es el sistema de notificación espontánea, también llamado de la tarjeta amarilla. La notificación sistemática de reacciones adversas Y su análisis estadístico permanente, permitiría generar señales de alerta sobre el comportamiento de los medicamentos en la población de nuestra región. El éxito o fracaso de cualquier actividad de Farmacovigilancia depende de la notificación de las sospechas de reacciones adversas de medicamentos



1 comentario:

  1. Deberías proporcionar tus referencias para hacer más confiable tu información; buen aporte. Saludos

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